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PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL AL 2036

“Todas las personas en el Perú aprendemos, nos desarrollamos y prosperamos a lo largo de nuestras vidas, ejerciendo responsablemente nuestra libertad para construir proyectos personales y colectivos, conviviendo y dialogando intergeneracional e interculturalmente, en una sociedad democrática, equitativa, igualitaria e inclusiva, que respeta y valora la diversidad en todas sus expresiones y asegura la sostenibilidad ambiental”

[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=_zQj2dSCmG8[/embedyt]

Proyecto Educativo Nacional al 2036: el reto de la ciudadanía plena (*)

La educación peruana es motivo de preocupación de todo el país. A pesar de lo logrado en las últimas dos décadas, aún nos encontramos muy lejos de asegurar la principal aspiración y compromiso del Proyecto Educativo Nacional (PEN) desde su concepción original: la educación como derecho humano fundamental y bien público, es decir, estamos lejos de crear oportunidades para que cada persona pueda desarrollar plenamente, en libertad y de modo responsable, su potencial y talentos para construir sus propios proyectos y, al hacerlo, converger en la construcción de una República democrática y justa, marcada por relaciones de mutuo respeto y valoración entre todas y todos.

Vivimos en un contexto de profunda debilidad institucional, cambios demográficos, sociales y culturales de gran magnitud, de omnipresencia de medios digitales e innovaciones tecnológicas y persistencia de grandes y múltiples brechas sociales (asociadas al género, la edad, el nivel
socioeconómico, el origen étnico, el ámbito geográfico, la discapacidad, entre otros) que nosólo nos mantienen separados, sino que impiden consolidarnos como un país con igualdad de oportunidades. Por ello, el PEN enfatiza en la necesidad de enfocarnos en lograr la siguiente visión en los próximos 15 años:

“Todas las personas en el Perú aprendemos, nos desarrollamos y prosperamos
a lo largo de nuestras vidas, ejerciendo responsablemente nuestra libertad
para construir proyectos personales y colectivos, conviviendo y dialogando
intergeneracional e interculturalmente, en una sociedad democrática,
equitativa, igualitaria e inclusiva, que respeta y valora la diversidad en
todas sus expresiones y asegura la sostenibilidad ambiental”

La sociedad peruana en general y, la educación en particular, muestran profundas injusticias. Así, por ejemplo, no solo tenemos grupos poblacionales sin acceso a servicios educativos, sino que los propios estudiantes pobres o pobres extremos, con discapacidad, de poblaciones indígenas o afroperuanas, que viven en zonas rurales o muestran más de una de estas circunstancias, alcanzan menores resultados educativos y tienden a asistir a escuelas no solo más débiles, sino que lo hacen 25 en grupos socialmente homogéneos, lo que afecta negativamente sus experiencias de aprendizaje.

Es a ellos a los que se deben dedicar prioritariamente los esfuerzos del sector y de la sociedad en general. Asimismo, desde temprana edad, las mujeres son objeto de menoscabo debido a distintos estereotipos y comportamientos que afectan su dignidad, como también es el caso de aquellos que sufren de discriminación en virtud de su identidad, expresión u orientación sexual. Prestar atención a estas realidades es un imperativo para lograr que aquellos en desventaja tengan mayores oportunidades y resultados similares a los de sus pares.

(*) Tomado de http://repositorio.minedu.gob.pe/handle/MINEDU/6910

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